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La Adoración Eucarística es un manantial de maravillas… disimulado bajo una total simplicidad. En el silencio de los tabernáculos de todas las iglesias, el Redentor cumple diariamente su promesa: “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20). Adorar es ir ahí, al encuentro de Jesús en persona. Ruth Baker, del portal Catholic Link, nos da diez ejemplos de cómo ese encuentro puede cambiarnos:
Adoración Eucarística
El Salvador, por Juan de Juanes

La Eucaristía es descrita en el Catecismo como “fuente y cumbre” de nuestra fe. Encontrar tiempo para ir a adorar al Señor en la Eucaristía puede ser difícil, pero si vamos con un corazón abierto, los resultados serán sorprendentes.

“Durante la comida Jesús tomó pan, y después de pronunciar la bendición, lo partió y se lo dio diciendo: «Tomen, esto es mi cuerpo» Tomó luego una copa, y después de dar gracias, se la entregó y todos bebieron de ella. Y les dijo: «Esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que será derramada por muchos»” (Marcos 14, 22-24).

En la cultura actual la idea del crecimiento interior es muy poco valorada. Se la considera una pérdida de tiempo, una costumbre obsoleta practicada por antepasados ingenuos. Por lo general sólo se aprecia el crecimiento exterior, el más palpable. La principal diferencia entre ambos progresos (material y espiritual) es que el material siempre está fuera de ti. Te ofrecerá ciertas sensaciones positivas, pero siempre coloreado con una especie de efímera e inconsistente temporalidad. En cambio, el progreso interior significa que tú eres quien cambia, volviendo tu espíritu más fuerte. Te sorprendería el cambio que puede causar en ti el tiempo que pases en la Adoración Eucarística. Por ejemplo, puede cambiarte de diez maneras:

1. Desarrollarás un sentido de asombro y maravilla
2. Experimentarás la paz en otras áreas de su vida
3. Comenzarás a mirar fuera de ti mismo
4. Algunas veces te aburrirás, pero…
5. A pesar de que te cueste, estarás entusiasmado por ir
Adoración Eucarística
La Capilla del Bosque, por Carl Friedrich Lessing
6. La Gracia entrará en tu vida
7. Te darás cuenta de lo afortunado que eres
8. Descubrirás que Jesús tiene un muy buen sentido del humor
9. Querrás ir a confesarte más seguido
10. Te enamorarás

Entonces, ¿qué esperas? ¡Haz una cita ahora con Jesús y deja que Él transforme tu vida!


Fuente: Catholic Link