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Solo en Chile son casi 10 mil los católicos que adoran en alguna de sus 63 capillas de Adoración Eucarística. Una poderosa fuerza espiritual y social. Organizados en www.adoracioneucaristica.cl, han ofrecido un vibrante encuentro testimonial este 15 de octubre a través de Youtube (compartido sobre estas líneas).
En refrenda al título de esta noticia —cita del adorador Andrés Giménez de Chile, durante un reciente encuentro testimonial de adoradores, emitido por Youtube—, el conocido sacerdote Justo A. Lofeudo agregó: “No hay mejor exorcismo que tener una capilla de adoración perpetua. El Señor responde con generosidad y amor a ese acto de amor que es tener una capilla ahí”.
Esta certeza del sacerdote proviene tras observar por años los frutos de la adoración eucarística. Recuerda lo ocurrido en Trieste, ciudad italiana que ostentaba el dramático récord de suicidios en Europa. “Eso, hasta que el 2005 pusimos una (capilla de) Adoración Perpetua y después de un año el párroco me manda unos recortes de diarios diciendo que ese último año habían caído los suicidios a más de la mitad. Los medios de prensa lo atribuían a las campañas psicológicas, pero estas ocurrían todos los años. Nosotros sabíamos que era lo nuevo. Y es que no hay mejor exorcismo que tener una capilla de adoración perpetua…”, reitera padre Justo.
Tal como recuerdan los protagonistas del video testimonial, ha sido post Concilio Vaticano II que la Adoración Eucarística Perpetua surgió con fuerza y llevada adelante por laicos.
Es el Señor —dicen estos testigos— quien se encarga de llamar. La adoradora Ana Paola Prada menciona lo vivido por una conocida suya, también adoradora. El esposo de esta mujer no compartía la devoción de su esposa, pero en cierto momento ella le pidió que como regalo de cumpleaños la acompañase. El hombre aceptó ir a adorar a Dios Eucaristía. “Él comenzó a regresar y en ese mismo tiempo le descubrieron cáncer. Vivieron una etapa muy dura, juntos: Jesús, él y su esposa. Este hombre se sanó del cáncer, pero lo más importante para él es la experiencia de haber recibido esta noticia y atravesado el proceso de la enfermedad, estando cerca de Jesús”, confidencia Ana Paola.
El decano de la Facultad de Psicología de la Universidad San Sebastián de Chile, Klaus Droste, es otro adorador que comparte sin tapujos cuáles cree son los frutos que ha recibido al vivir esta práctica espiritual: “El buscar refugio en la capilla, poder estar ahí, se ha traducido en que a uno se le ablanda el corazón con el prójimo. Uno tira menos piedras, es más misericordioso. Poder consolar con el consuelo que uno ha recibido. Es muy distinto amar a los hijos, a la señora con esa forma extraordinaria que tiene el Corazón de Jesús. He podido amar mejor y hacer el trabajo con más amor (…) Nadie se salva solo”.
Para Andrés Giménez la Adoración eucarística ha tomado buena parte de su tiempo, desde que comenzara a ir junto con su señora a estar con Jesús Eucaristía, una vez por semana a las tres de la madrugada. También es uno de los animadores de esta devoción por todo Chile. “Junto a otros adoradores armamos Adoración Eucarística Chile. Cuando partimos había 10 capillas de Adoración Eucarística y ahora son 63, con una comunidad de alrededor de 10 mil adoradores en Chile. Es muy potente. Creo que a través de la Adoración podemos cambiar radicalmente un país. Es cosa de proponérselo. Una capilla es un foco de luz. Sumadas, un país se ilumina”.
Fuente: Portaluz