Por María Eugenia Contador, adoradora en la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores en Viña del Mar. 

Haciendo memoria del último Encuentro de Adoradores en el 2017, me impactó la gran cantidad de Capillas de Adoración a lo largo del país y sobre todo el número de Perpetuas.

También la organización y el número de adoradores con que contaban las capillas. El testimonio de tantos adoradores y su encuentro con Él, quien había transformado sus vidas.

Recuerdo que salí del Encuentro con un ímpetu y deseo de hacer cosas por mi Capilla, para que fuera un faro que alumbrara a cada persona que la visitara.

Recuerdo la lectura del Libro de Nehemías, cuando lloró amargamente por la destrucción de Jerusalén. Pero no se quedó en el llanto, sino que se puso a orar. Concluimos que eso es lo que debemos hacer; por eso nacieron las capillas de Adoración.

Con toda la certeza de que la oración es la herramienta más poderosa, pues está dirigida a Nuestro Señor y Él la hace suya, después del Encuentro traspasé todo ese ímpetu a los adoradores de nuestra capilla. Con la fuerza del Señor y de María Santísima hemos ido creciendo y manteniendo aún en la pandemia. ¡Gracias Señor!