Nota: El siguiente testimonio nos llega desde Rinconada de Silva, en la 5ª región, diócesis de San Felipe. Hernán Montenegro y su esposa, Mariela Guerra, son un matrimonio de fieles adorares eucarísticos que estaban a punto de perder los medios para hacer su oración. Pero contra cualquier impedimento, el Señor acude para abrir los caminos.

Somos un matrimonio que tenemos el privilegio de estar con el Santísimo una hora semanal. Ha sido una bendición porque nos hemos sentido muy fortalecidos.

Pero además, el Señor nos ha favorecido con un gran milagro.

Participamos activamente en el Movimiento Sagrada Familia de Nazaret. Fue así como supimos de la creación de la capilla de oración. Nos invitaron a participar y nos inscribimos, sin pensar en las dificultades. Esto fue en noviembre de 2012.

Nuestra primera Hora Santa fue maravillosa. Desde entonces el Señor nos ha ayudado para asistir sin problemas. Nos dimos cuenta que se acercaba el invierno y las lluvias, algo que dificultaría nuestra asistencia, porque solamente tenemos una moto para movilizarnos desde la comuna de San Esteban (29 km).

Evaluamos la posibilidad de comprar un auto. Recorrimos muchas entidades financieras para conseguir el dinero, sin éxito. En tanto, nuestro hijo nos facilitaba su auto cuando lo permitían sus turnos de trabajo; sin embargo, a fines de junio éstos cambiaron y nos quedamos sin esa ayuda.

Así estábamos, cuando un día recibimos una llamada inesperada: nuestro número de teléfono había sido favorecido con un premio, y para sorpresa nuestra, ese premio era un auto cero kilómetro, inalcanzable para nosotros.

Dios no quería que nos ausentáramos de nuestra Hora Santa. El Señor nos envió el medio para llegar y así estar con Él. Nos ha llamado y ahí estaremos hasta cuando nos diga.

¡Te alabamos Señor!

Hernán Montenegro, Mariela Guerra

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *