El evento se inició al atardecer del sábado 19 con la Santa Misa de Vísperas de la fiesta de Cristo Rey en el Templo de la Parroquia del mismo nombre, celebrada por el Padre Sandro Leonelli y concelebrada por el Padre Juan Bautista Carrillo, para continuar con una procesión solemne con el Santísimo expuesto por la Avenida O’Higgins hasta llegar a la Parroquia Inmaculada Concepción, ubicada frente a la Plaza de Armas de la ciudad, donde se cruzó la Puerta Santa y se realizó una Adoración Solemne al Santísimo.
Por último, el Santísimo Sacramento fue trasladado hasta su ubicación definitiva, momento en que se inició la Adoración Eucarística Perpetua. Cabe destacar que esta es la primera capilla de Adoración Perpetua con que cuenta la Diócesis San José de Temuco y está disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana para los fieles.
Resumiendo el fervor que hizo posible este logro extraordinario —más aún en una zona en donde la acción pacificadora del Señor sobre las almas será valiosísima— el Padre Leonelli describió el acontecimiento con elocuencia y fe en el siguiente párrafo:
Angol de los Confines, ya tiene su Rey:
El sábado 19 de noviembre, vísperas de la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, las principales calles de la ciudad se llenaron de fieles, que alabaron y adoraron al Rey del Universo. Después de la celebración del Santo Sacrificio del Calvario en la Parroquia “Cristo Rey”, nos dispusimos para realizar la procesión eucarística, con un único fin: ADORAR AL REY DEL MUNDO, rogándole y suplicándole que tomara posesión total y definitiva de la ciudad, de nuestras Parroquias (dos) y, especialmente y sobre todo, de nuestros corazones.
Al término de la procesión eucarística tuvimos un momento de Adoración al Santísimo Sacramento. Luego de ello, Jesús Sacramentado se quedó para siempre sobre el altar de la nueva capilla de adoración perpetua, en la Parroquia “Inmaculada Concepción” de Angol, ¡para allí adorarle las 24 horas del día… para siempre… hasta el fin de los tiempos!
Todos emocionados y agradecidos, concluimos en un solo sentimiento: Jesucristo Rey, presente en la Eucaristía, ya no es una visita en Angol, ahora es el dueño de casa, está en el centro y reina como tal.
Jesus, está llamando a sus adoradores. Escucha la llamada. Ven a Inmaculada a adorar a Cristo Rey.
Fuente: Iglesia.cl