Con motivo de la celebración de la Fiesta de la Divina Misericordia, el pasado 12 de Abril en el Santuario de la Divina Misericordia de Chicureo se inauguró la Capilla de Adoracin Perpetua en la Parroquia de Santa Faustina.
La Fiesta contó con la participación del Arzobispo de Santiago, Cardenal Ricardo Ezzati. La ceremonia, que reunió a 800 fieles, se inició a las 15:00 hrs. con el rezo de la Coronilla de la Divina Misericordia, seguida por una Misa que celebró el Cardenal y culminando a las 18:30 horas, con la Inauguración de la Capilla de Adoración.
La inauguración de la capilla ha redundado ya en gracias perceptibles sobre la Comunidad. Cada día se acercan nuevos adoradores y las inscripciones van creciendo.
La Capilla inicialmente ofrecerá 77 horas de Adoración semanal con 11 horas diarias. Durante los próximos 8 meses, el esfuerzo de los responsables se abocará a reunir suficientes Adoradores estables con quienes cubrir las 168 horas semanales. Para ello se están realizando invitaciones a colegios, a vecinos, a capillas cercanas, como también a otros sacerdotes que puedan concelebrar y a adoradores de otras capillas que puedan exponer su testimonio e incentivar el crecimiento de esta devoción en Chicureo.
Efectivamente, se notan las Gracias recibidas sobre la Comunidad y la Capilla. Cada día se acercan nuevos Adoradores y las inscripciones van creciendo. Los testimonios de los Adoradores son todos extremadamente positivos y llenos de humildad, bondad y regocijo. Las horas de Adoración pasan volando y con excelente cumplimiento de la fecha y hora comprometidas. Cuando hay necesidades de reemplazos, sobran los candidatos.
Es tremendamente gratificante ver la calidad del grupo humano que se forma al alero de una Capilla de Adoración. Se siente con fuerza que Jesucristo está presente frente a frente a nosotros en el Santísimo Sacramento del Altar.
Debemos entender que con la Adoración al Santísimo lograremos entender con más claridad el mundo en que vivimos. El mundo en que vivimos ha cambiado, es verdad, pero Dios nos ayudará a cambiarlo nuevamente para bien. Es necesario rezar mucho y estar con el Señor. Debemos tratar de reconstruir la Iglesia, que somos la comunidad de todos los católicos. Un cristiano fiel debe iluminar con su ejemplo.
Recordemos que el Señor estará con nosotros hasta el fin del mundo y debemos volver nuestra mirada al Señor. Él nos guiará y llevará por el camino que tiene trazado para nosotros. Debemos esforzarnos en conocerlo, entenderlo y lograrlo. Con la Adoración Eucarística será más fácil conseguirlo.
