El 30 de octubre de 2016, la zona central de Italia se estremeció con un terremoto de 6,6 grados Richter, devastando muchas ciudades, incluida Arquata del Tronto. La iglesia parroquial se redujo a escombros y solo recientemente se recuperó el sagrario.
Lo que descubrieron en su interior fue verdaderamente “milagroso”.
Según el National Catholic Register, “las hostias, guardadas en un sagrario recientemente recuperado de las ruinas de la iglesia parroquial de Arquata del Tronto, no tienen bacterias ni moho, como suele ocurrirles a las especies después de unas pocas semanas”.
El copón estaba de lado en el tabernáculo y contenía “40 hostias cuyo color, forma y aroma no se modificaron”.
El sacerdote local lo describió como un “milagro”. Por su parte el obispo local, Mons. Giovanni D’Ercole, llamó a la cautela por tal declaración, pero admitió que el descubrimiento no necesita “palabras”: “Es un signo de esperanza para todos. Ante un hecho como éste debemos guardar silencio; simplemente emociona y refuerza la fe en Jesús, que permaneció vivo para consolar a la población de Arquata, sacudida por el terremoto.”
El descubrimiento de las hostias después de un período de tiempo tan largo recuerda a un milagro Eucarístico que ocurrió en otra ciudad italiana llamada Siena. El milagro ocurrió el 14 de agosto de 1730 y según los informes, los ladrones se infiltraron en la basílica y robaron el sagrario que contiene 351 obleas consagradas. Tres días después, los 351 anfitriones aparecieron en la caja de limosnas del santuario de Santa María de Provenzano, donde habían sido tomados.
Con los años, las hostias no han mostrado signos de corrupción o deterioro. El 14 de abril de 1780, el Superior General de la Orden Franciscana, el padre Carlo Vipera, consumió una de las hostias y descubrió que era fresca e incorrupta. Como algunos de ellos se habían distribuido en años anteriores, el Superior ordenó que las 230 restantes se guardaran y nunca se distribuyeran. Hasta el día de hoy permanecen en la Iglesia y conservan la frescura del día en que fueron hechas.
Si se verifica el reciente descubrimiento en Italia, sería otro milagro Eucarístico que ha ocurrido en los últimos años, como el de Sokolka, Polonia en 2008.
Fuente: Aleteia / Nathional Catholic Register (en inglés) / L’Avvenire (en italiano)
