En la madrugada 7 de enero ocurrió un terremoto de magnitud de 6.4 grados Richter (con epicentro a 13 kilómetros de la ciudad de Ponce), el último de una serie de sismos que han golpeado a Puerto Rico desde el 28 de diciembre pasado. El movimiento telúrico dejó un fallecido, varios heridos, daños graves en la infraestructura, el corte del suministro eléctrico en la isla y la declaración de estado de emergencia.

Horas después se hizo viral una fotografía que mostraba a un grupo de fieles de Puerto Rico recuperando el sagrario, completamente intacto, de la iglesia de la Inmaculada Concepción que lo albergaba.

El medio de comunicación católico El Visitante de Puerto Rico, cuyos periodistas se encontraban en el lugar de los hechos, explicó a ACI Prensa de qué manera el sagrario, que contenía las formas eucarísticas, fue salvado del interior de la parroquia Inmaculada Concepción de Guayanilla, que colapsó por completo poco después debido a las réplicas.

El medio indicó que el rescate de la Eucaristía ocurrió el martes al amanecer, minutos antes de que una réplica dejara el templo en escombros. “Como si el temblor esperara a que la Eucaristía saliera para que la destrucción continuara”, se informó.

El medio explicó que el sagrario se encontraba en una capilla “en la nave izquierda de la iglesia. El temblor en la madrugada destruyó la capilla inclinando el altar hacia al frente. El sagrario no cayó al suelo. Casi se suspendió en el aire sostenido levemente sobre el altar inclinado”.


Además, se informó que junto a los fieles que rescataron el sagrario estaba el párroco P. Melvin Díaz y el sacerdote P. Orlando Rivera, quien antes trabajó en el templo, pero que hoy vive en Peñuelas, un pueblo que colinda con Guayanilla.

El Visitante de Puerto Rico explicó que las formas consagradas se “derramaron dentro del sagrario”, pero fueron recogidas por el P. Rivera, mientras que el P. Melvin recogía la “forma grande que se utiliza para la exposición del Santísimo”.

“Los fieles tomaron el sagrario y salieron en procesión sobre los escombros. Los fieles con el sagrario, el P. Orlando con el copón y el P Melvin con la sagrada hostia grande. Fueron a la casa cural, a unos pasos de la parroquia, para proteger el Santísimo con toda la dignidad que se merece”, acotó el medio.

“Ellos fueron héroes de la Eucaristía”, concluye.


Fuente: ACI Prensa / The Catholic Telegraph