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En 1996 se produjo el llamado Milagro Eucarístico de Buenos Aires, donde una hostia se transformó en carne y sangre. Informado el cardenal Jorge Bergoglio, entonces Arzobispo de Buenos Aires, ordenó registrar el hecho en fotos e iniciar una intensa investigación de laboratorio y también, adicionalmente, por el Dr. Ricardo Castañón Gómez.

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Milagro Eucarístico de Buenos Aires

Una hostia se transforma en un pedazo de corazón vivo

Los estudios mostraron que era una parte del ventrículo izquierdo del músculo del corazón, de una persona de aproximadamente 30 años, sangre grupo AB y que había sufrido mucho al morir, con seguridad maltratado y golpeado. Los científicos que hicieron el estudio no sabían que era una hostia, se lo dijeron luego de los análisis y quedaron asombrados, pues tiene glóbulos rojos, glóbulos blancos, y células palpitando y latiendo, al clavarle una jeringa salía sangre.

Los antecedentes

Previo al suceso de 1996 hubo en la Parroquia de Santa María del barrio de Almagro de Buenos Aires antecedentes; esto es lo que dice oficialmente la parroquia Santa María:

Mayo 1992

Después de la Misa del viernes 1 de mayo, al hacer la reserva del Santísimo Sacramento, el ministro de la Eucaristía encontró dos trozos de Hostia sobre el corporal del Sagrario. Consultado el sacerdote, le indicó que los colocara en un recipiente con agua en el Sagrario (una de las formas habituales para esperar que se disuelvan y luego poder purificar).

En los días siguientes, algunos sacerdotes miraban para ver si ya se habían disuelto, sin observar cambios. Siete días más tarde, el viernes 8 de mayo, encontraron que las formas tenían un color rojizo, con apariencia de sangre.

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Iglesia Santa María en Buenos Aires

El domingo siguiente, 10 de mayo, durante las dos Misas vespertinas, se observaron unas gotitas de sangre en las patenas con las que los sacerdotes distribuían la Comunión.

Julio 1994

El domingo 24, durante la Misa con niños, cuando el ministro de la Eucaristía retiraba el copón del Sagrario, al destaparlo, vio una gota de sangre que corría por la pared interna del mismo.

Agosto 1996

En la Misa de las Fiestas Patronales de la Asunción de la Santísima Virgen, nuevamente se tuvo que poner una Hostia en un recipiente con agua para su disolución.

Unos días más tarde, el 26, una ministra de Eucaristía, al hacer la reserva del Santísimo Sacramento, encontró que la forma se había vuelto carne.

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La hostia venerada públicamente en la iglesia Santa María

Una Hostia consagrada se convierte en Carne y Sangre

A las siete de la tarde el 18 de agosto de 1996, el P. Alejandro Pezet decía la santa misa en la iglesia católica en la Iglesia Santa María del Barrio de Almagro, de Buenos Aires. Cuando estaba terminando la distribución de la Sagrada Comunión, una asistente se acercó para decirle que había encontrado una hostia descartada en un candelabro en la parte posterior de la iglesia. Era una hostia que dejó caer un feligrés que comulgaba con la mano y, por considerarla sucia, no la recogió, lo que hizo la mujer que avisó al párroco.

Al ir al lugar indicado, el P. Alejandro vio la hostia profanada. Puesto que él era incapaz de consumirla, la colocó en un recipiente con agua y lo guardó en el sagrario de la capilla del Santísimo Sacramento.

El lunes, 26 de agosto, al abrirse el sagrario, vieron con asombro que la hostia se había convertido en una sustancia sanguinolenta. El párroco informó al cardenal Jorge Bergoglio, quien dio instrucciones para que la hostia fuera fotografiada de manera profesional.

Las fotos fueron tomadas el 6 de septiembre y muestran claramente que la hostia, convertida en un trozo de carne ensangrentada, había aumentado considerablemente de tamaño.

Análisis clínicos

Por varios años la Hostia se mantuvo en el tabernáculo, y todo el asunto en un secreto estricto. Dado que la hostia no sufrió descomposición visible, el cardenal Bergoglio decidió hacerla analizar científicamente.

Una muestra del tejido fue enviada a un laboratorio en Buenos Aires. El laboratorio reportó el hallazgo de células humanas rojas y blancas de sangre y de tejido de un corazón humano.

El laboratorio informó además de que la muestra de tejido parecía estar aún con vida, ya que las células se movían o latían como lo harían en un corazón humano vivo.

Viaja el Dr. Castañón

Tres años más tarde, en 1999, el Dr. Ricardo Castañón Gómez fue contactado para realizar algunas pruebas adicionales.

El 5 de octubre de 1999, en presencia de representantes del Cardenal Bergoglio, el Dr. Castañón tomó una muestra del fragmento ensangrentado y lo envió a Nueva York para su análisis. Para asegurar la imparcialidad del estudio, a propósito omitió al equipo de científicos la procedencia de la muestra.

El laboratorio informó de que la muestra recibida era de tejido muscular de corazón humano vivo.

ANÁLISIS DE UN CARDIÓLOGO FAMOSO
Cinco años más tarde, en 2004, el Dr. Gómez se contactó con el Dr. Frederick Zugibe y le pidió evaluar una muestra de prueba, una vez más sin decirle nada acerca de la muestra o de su origen.

relicario-enfocado-con-linterna-500x400El Dr. Frederic Zugibe, un cardiólogo reconocido y patólogo forense, determinó que la sustancia analizada era de carne y sangre que contiene el ADN humano.

Zugibe declaró que “el material analizado es un fragmento del músculo del corazón que se encuentra en la pared del ventrículo izquierdo, cerca de las válvulas. Este músculo es responsable de la contracción del corazón. Hay que tener en cuenta que el ventrículo cardíaco izquierdo bombea sangre a todas las partes del cuerpo. El músculo cardíaco está en una condición inflamatoria y contiene un gran número de células blancas de la sangre. Esto indica que el corazón estaba vivo en el momento en que se tomó la muestra. Mi argumento es que el corazón estaba vivo, ya que las células blancas de la sangre mueren fuera de un organismo vivo. Él requiere de un organismo vivo para mantenerlo. Por lo tanto, su presencia indica que el corazón estaba vivo cuando se tomó la muestra. Lo que es más, estas células blancas de la sangre habían penetrado el tejido, lo que indica, además, que el corazón había estado bajo estrés severo, como si el propietario hubiera sido severamente golpeado en el pecho“.

SORPRESA DEL CARDIÓLOGO AL SABER LA PROCEDENCIA DEL TEJIDO

Dos australianos, el periodista Mike Willesee y el abogado Ron Tesoriero, fueron testigos de estas pruebas. Sabiendo de donde la muestra había venido, estaban estupefactos por el testimonio del Dr. Zugibe.

Mike Willesee preguntó al científico cuánto tiempo las células blancas de la sangre se habrían mantenido con vida si hubieran venido de un pedazo de tejido humano, que se hubiera mantenido en el agua. Ellas habrían dejado de existir en cuestión de minutos, respondió el Dr. Zugibe.

El periodista le dijo entonces al médico que la fuente de la muestra había sido un principio dejada en agua corriente durante un mes y luego por otros tres años en un recipiente con agua destilada, y sólo entonces había sido tomada la muestra para el análisis.

Dr. Zugibe dijo que no había manera de explicar científicamente este hecho. Sólo entonces Mike Willesee informó al Dr. Zugiba que la muestra analizada provino de una hostia consagrada (pan blanco, sin levadura) que se había vuelto misteriosamente en carne humana con sangre.

Sorprendido por esta información, el Dr. Zugibe respondió:

“Cómo y por qué una hostia consagrada puede cambiar su carácter y convertirse en carne viva y sangre humana seguirá siendo un misterio inexplicable para la ciencia, un misterio totalmente fuera de mi competencia“.

Luego de un profundo discernimiento, y acompañada por su Arzobispo, la Comunidad ha definido hacerlo hacer público los sucesos a través de encuentros de Narración de los Hechos y de Adoración Eucarística.

Los encuentros, organizados por la Comunidad a través de un grupo de narradores, se realizan los terceros viernes de cada mes entre 20 y 22 hrs., y los cuartos sábados de 11 a 13 hrs.

PLACAS CONMEMORATIVAS EN LA PARROQUIA

placas-de-santa-maria11-500x519La comunidad ha instalado en el templo dos placas conmemorativas del suceso.

En el texto de la placa principal se lee:

“La Comunidad de Santa María dedica esta Capilla a la Adoración Permanente. En ella se conservan el Signo Eucarístico y todos los vasos sagrados, a partir de los hechos acontecidos en los años 1992, 1994 y 1996.

Esperamos que el Signo sea para otros lo que ha sido para nosotros, un camino de descubrimiento de la Adoración Eucarística”

La segunda placa brinda información práctica para conocer los hechos mencionados:

 “Los encuentros de Narración del Signo Eucarístico se realizan todos los terceros viernes de cada mes de 20 a 22 hs.  y todos los cuartos sábados de cada mes de 11 a 13 hs. No hace falta anotarse previamente.

En estos encuentros miembros de la comunidad parroquial contaremos los hechos, conversamos sobre ellos y rezamos juntos.

Este es el modo con el que la comunidad parroquial junto con su Obispo, ha decidido compartir estos hechos con sus hermanos, considerándolo el más adecuado y privilegiándolo por sobre cualquier otro medio de comunicación.”


Fuente: Foros de la Virgen