Por María Isabel Vio Elizalde, adoradora de Olmué. 

Hace diez meses, después de varios exámenes, me diagnosticaron cáncer. Tumor maligno de ovarios.

Después de una junta de médicos en la Clínica FALP, Fundación del Cáncer Arturo López Pérez, determinaron un tratamiento que consistía en tres lesiones de quimioterapias, luego operación y tres quimioterapias nuevamente.

El tratamiento fue dando resultados positivos y a través de exámenes y biopsias mostraban que el tumor disminuía, por lo que los médicos determinaron que antes de la operación, se hiciera otra sesión de quimioterapia para reducir aún más el tumor, y así fue.

Me operaron con muy buenos resultados y luego de un mes me hicieron los dos últimas sesiones de quimioterapia del tratamiento.

Cuando supe Demi diagnóstico, me refugié en la Capilla de Adoración al Santísimo, y le pedí a Dios que me ayudara en este camino que se me venía por delante. Me entreguen por completo a su Voluntad porque sabía que la misericordia De Dios es infinita.

Desde el primer momento, estuvo conmigo, las sesiones de quimioterapia fueron de 09:00 a 13:00 hrs. Me las hizo placentera, no tuve reacción negativa, salía sola caminando hacia mi casa, sin mareos, náuseas ni dolores de cabeza. Yo sentía cuando estaba frente al Santísimo mucha paz y una fe infinita que Dios estaba conmigo.

Le agradezco al padre Rodolfo, párroco de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Olmué, todo su apoyo y cariño. Gracias a sus Misas de sanación, rosarios diarios y bendiciones.

Al escribir este testimonio, me viene a la memoria que durante estos diez meses tuve que hacerme un sinfín de exámenes que salieron felizmente todos bien, no hay duda de que Dios y la Virgen María me acompañaron e hicieron este milagro.

No soy la misma persona, espero que Dios me siga indicando el camino a seguir para ser una mejor cristiana.

Agradezco a mi familia y amigos por el cariño, paciencia y amor que me demostraron acompañándome en este capítulo de mi vida.

Gracias, Señor, gracias.

23 de marzo de 2023